CORAZÓN DOLORIDO

Nunca me había sentido tan humillada en mi vida. —¿Qué pensó Leo de mí cuando me besó?— me pregunté, sintiéndome usada y desechada como basura. Mis ojos se humedecieron y las lágrimas amenazaban con caer mientras intentaba resistir, porque algunas sirvientas que pasaban me miraban, mientras otras ch...

Inicia sesión y continúa leyendo