Diez: de vuelta a mi mazmorra

Temperance

Los pensamientos sobre mi cuerpo repugnante tormentan mi cabeza.

¿Por qué le conté lo que me pasó? Él piensa que soy repugnante. Mierda. Mierda. Soy tan repugnante.

Ahora me queda claro que tengo que irme. Nunca estaré a salvo de mi padre. No importa dónde esté.

Intenté cegarme a mí m...