Siete: despierta gritando

Templanza

—¡Mamá, ¿dónde estás?! —la llamo. El coche está volcado y estoy colgada boca abajo. Lo único que me sostiene es el cinturón de seguridad, que me corta las piernas y los hombros.

Hay fuego a mi alrededor y estoy sollozando—. ¡MAMÁ! —grito de nuevo al escuchar las sirenas acercándose ca...