Capítulo 36

Hace veinte años…

—¡James! ¡Hora de cenar, amigo! —El pánico me atravesó y al mirar a Marcus, él sentía lo mismo. Sus ojos azules estaban abiertos de par en par por el miedo, mirándome fijamente. Siempre habíamos podido comunicarnos sin palabras. Sabía sin lugar a dudas que, si fallábamos, Marcus...