Capítulo 57

—¿Vas a ayudarme a escapar? ¡Yay!— Sus ojos brillaban intensamente.

Él rió y pareció sorprendido por su reacción. Aún estaba consternado y no podía creer lo que ella le había dicho.

—Maldita sea, Ellah, ¿quieres que mi primo me asesine?

—Entonces no puedes ayudarme— gruñó ella. —¡Podría golpearte...

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