Capítulo siete

La luz tenue de las velas iluminaba la habitación, revelando a un único ocupante encadenado a la pared con grilletes en las muñecas y los tobillos. Las imágenes de las víctimas de los campos de concentración no podían compararse con la figura retorcida, de piel y huesos. La carne descolorida se adhe...

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