Capítulo 23

MARI

Habían pasado veinticuatro horas desde la última vez que los labios de Oliver tocaron los míos, pero el sabor de él seguía en mi lengua. Había impregnado su aroma en mis sentidos y no podía deshacerme de él. Caminé por la calle principal disfrutando de las tiendas y tratando de usar la tranqui...