Capítulo 50

PIERCE

Nada en mi casa se veía como debería. Katy nunca vivió aquí, pero la atrapaba colándose por la ventana del cuarto de lavado al menos dos veces por semana. Una vez le ofrecí una llave, por su seguridad, pero nunca la usó, aunque desapareció del mostrador donde la dejé con una nota diciéndole ...