Capítulo 154 - Inician las confesiones - mddos

Roland

Verónica cayó de rodillas, hecha un mar de lágrimas y mi corazón se destrozó en mil pedazos, me acerqué a levantarla.

—Vida, no llores. Me parte el alma verte de esa manera, ven.

Ya había oscurecido, no podía caminar, temblaba, la cargué e ingresé a la cabaña, la dejé sentada en uno de los...