Problemas

Aidan no se movió por los próximos diez segundos, acto seguido miró por el rabillo del ojo a una nerviosa Julian que le apretaba la mano con fuerza, para después dirigir su atención al alfa que se estaba sentando sin ni siquiera pedir permiso.

-Disculpa, podrías repetirlo- solo puedo soltar, espera...