Condón roto

El cuerpo de Madox estaba bañado en sudor y jadeaba mientras se introducía una y otra vez en la cavidad húmeda y apretada que lo recibía con mucho gusto. Besaba, dejando notorias marcas, la delgada espalda debajo de él. Deliciosa, hermosa.

¿Cuántas veces había alcanzado el orgasmo desde que había ll...