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Me siento y lanzo mi sombrero al ruedo. Ya le he dicho que estoy enamorado de ella, pero ahora estoy extendiendo una invitación. Marnye, sé mi novia.

—¿Le dijiste que la amas? —pregunta Creed, sonando perplejo—. ¿Cuándo?

—Chicos. —Mi voz sale clara y autoritaria, y ambos chicos me miran, sus mirad...

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