Arruinado

GINGER

Mierda, mierda, mierda!

¿Dónde puedo esconderme?

¡Carro de lavandería, Ginger! ¡Ahora!

Subiéndome al carro más cercano, me arrodillé tan silenciosamente como pude, enterrándome en un montón de sábanas sucias y conteniendo las arcadas cuando el hedor de ellas golpeó mis fosas nasales...

Inicia sesión y continúa leyendo