La única respuesta

GINGER

—¿Q-qué?— jadeé, esperando no haber oído lo que creí haber escuchado. Mis manos se levantaron del escritorio y se plantaron en los hombros de Lincoln, sintiendo la repentina tensión de sus músculos mientras intentaba empujarlo. Una tormenta de miedo y arrepentimiento golpeaba detrás de m...

Inicia sesión y continúa leyendo