Capítulo 12: El Cuervo y la Loba

Pasaron dos días. Dos días en los que el Santuario del Silencio se convirtió en mi universo entero. El rugido constante de la cascada era una nana que calmaba mis nervios y un muro que me aislaba del mundo. Durante el día, estudiaba el diario de mi padre con una obsesión febril. Por la noche, practi...

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