Capítulo 62: La Noche de las Dagas Silenciosas

La espera fue una forma de tortura. Ocultos en las sombras de los pasillos superiores de la mansión, nos convertimos en fantasmas en nuestro propio hogar. Cada crujido de la madera, cada aullido lejano del viento, tensaba nuestros nervios. Kaelen, el vidente del norte, estaba sentado en el suelo con...

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