37. Una ayuda especial.

Ana sintió que estaba cayendo en un vacío, como si la hubieran empujado por el borde de un edificio y estuviera a punto de chocar contra el suelo. La cara muy pálida de Daniel cuando abrió la puerta y el rostro golpeado de Johan de inmediato le dieron el peor de los presentimientos.

Cuando el rubio...