Capítulo 63

Samuel salió de la sala de operaciones con los pies pesados y los ojos húmedos. Quería mantenerse fuerte, pero sabía que con el estado de Nathan y la cantidad de sangre que había perdido, solo un milagro podría salvarlo.

—¡Esa maldita mujer! —dijo entre dientes. Para él, todo era culpa de Hilda, ya...

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