Capítulo 32

Gnash se mueve entre nosotros cuando su pata toca mi tobillo herido. Mi siseo de dolor lo hace saltar y de inmediato se vuelve para olfatear mis heridas. Comienza a lamer mi tobillo, solo deteniéndose cuando levanta la cabeza y gime en la cara de Regan antes de volver a lamer la sangre.

—Gnash, déj...