Capítulo veinte ~ ¿Eres virgen?

Jesse se apartó de mí, mirándome a los ojos mientras trataba de recuperar el aliento. Mi respiración pesada coincidía con la suya, y me costaba todo no llevarlo directamente arriba y lanzarlo en la primera cama que pudiera encontrar. Su pecho se agitaba, mis ojos se dirigían a los músculos que traba...