Girasol - Parte I

—¡Deimos! —grito, con el corazón latiendo dentro de mi pecho. Mi estómago se retuerce, pero de una manera agradable. Una que realmente disfruto.

—Theia, agárrate bien —me advierte Deimos desde atrás, sus palabras salpicadas de una risa burlona.

—¿Te estás riendo? ¿Se están riendo los dos, verdad? ...