La luna no comete errores - Parte I

—¿Dónde estás, Drahá? Por favor. Solo una palabra, por favor. —Los delicados dedos de mi hombre rozan mi pómulo y su voz angustiada, que me llama con ese dolor insondable, hace que mis ojos se abran de golpe y mi cuerpo se lance hacia adelante con la necesidad de atraparlo antes de que se vaya. Nece...