Tus emociones - Parte IV

Nunca había puesto un pie allí desde que me fui, eso lo podía ver. Y con un corazón pesado, limpié el lugar durante las semanas que siguieron. No fue un trabajo fácil, pues vi los restos de su miseria y dolor que me atormentaban por mis pecados. Mi hombre envió a algunos de sus guerreros a veces par...