Embrujado - Parte I

—Ven aquí, Theia. —Los ojos oceánicos se deslizan para saborear la plenitud de mi carne, la pasión de sus dedos que acarician afectuosamente mi piel dolorida me deja sin aliento, algo que no se puede expresar con palabras.

Sus palabras parecen reverberar más allá de mí, la habitación en la que esta...