De mal gusto - Parte III

—Puedo caminar, ¿sabes? —murmuro, solo para que sus brazos me aprieten más. No desea soltarme. Miro hacia abajo, observando con interés la variación en su apariencia, tirando de su barba y jugando con su moño—. Te ves diferente, Phobos. No es un mal aspecto, más bien es uno bueno, me gusta.

—Sigue ...