El único - Parte II

—¿Ah, sí? Eso podría pasar en tus sueños, pero definitivamente no en la realidad, porque soy un joven y no un cachorro como tú —dice él.

—¡No soy un cachorro!

—Claro, por supuesto, te creo —se ríe.

Le muestro mis dientes en crecimiento, imitando el gruñido de un lobo. Me agacho, adoptando una pos...