Capítulo 41

Amy y Jessica no estaban por ningún lado. —¿Dónde...? —comencé.

—Se fueron por el día —murmuró, con su nariz en mi cabello.

Manejó la puerta con destreza mientras aún me sostenía, la pateó para abrirla y entró. Me bajó suavemente en su sofá y se sentó sobre sus talones, observándome.

Sonrió, deja...

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