SECUELA: VEINTIUNO

Alina no se dio cuenta de cuánto tiempo había estado mirando el pasado de su madre, no hasta que miró por la ventana y vio el cielo teñido de rojo, el reloj marcando las 4:05 PM. Había pasado horas mirando esas fotos. No eran muchas, simplemente tendía a perderse en ellas, solo para volver en sí y e...