En otro universo

En menos de dos pasos ya estaba sobre él, mis dedos apretando su garganta y cortando completamente su suministro de aire. Soltó a Amelia, quien echó un vistazo a la situación y corrió hacia la habitación trasera para recoger sus cosas.

Empujé al idiota borracho hasta que quedó entre la pared y yo, ...