Capítulo 52

Podría caer un alfiler y rompería las ventanas con el sonido. Aquellos que no sabían, tenían la boca abierta. Los que sí sabían, sonreían con suficiencia. Levanté mi mano y giré el anillo alrededor de mi dedo. Cómo aún lograba encajar perfectamente seguía desconcertándome. Siempre quise preguntarle ...

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