Mete la pata

Me desperté con una voz de alarma infernal y un dolor de cabeza tremendo. Mi mano buscó a ciegas la fuente del ruido y finalmente logré apagar la alarma de mi teléfono. Eran las 6:30 am. Aunque me sentía como si estuviera de vacaciones, aún necesitaba trabajar. Me arrastré fuera de la cama y logré l...

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