140

Claramente. Cody es un encanto. Su padre, todo lo contrario. —Porque no es mi hijo.

Sí, sí, sí. —¿Qué? —pregunto, con sorpresa en mi rostro. —Cody no es mi hijo —me aclara.

—Pero... entonces... ¿cómo...? Estoy confundida —digo.

—Para que lo entiendas, necesito empezar desde el principio. Sarah er...