96

Algo en él simplemente se desmoronó.

—Entonces, ¿por qué viniste a buscarme, si me odias tanto? —le gritó. —¿Por alguna corazonada? ¿Por qué ahora? He estado en peligro muchas veces. He sido herido peor de lo que puedes imaginar, y no viniste entonces. Ni siquiera lo sabías.

—Lo sabía —su voz se v...