CAPÍTULO 105

—Uf— fue todo lo que pudo decir mientras comenzaba el orgasmo.

De repente, todos sus músculos se tensaron y, embestida tras embestida, comenzó a temblar. El calor descendió como una ola desde su pecho, recorrió sus entrañas y llegó a su entrepierna como una tormenta atronadora. Samantha no era cons...