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—No vuelvas a ver a nadie de los Johnson, especialmente a ese imbécil —dijo Xenon severamente.

—Necesitaba encontrar pruebas...

—Las conseguí hace seis horas —dijo Xenon.

—¿Qué? —exclamó Miya incrédula—. ¿Cómo?

—Fácil. Contraté a una mujer hermosa para seducirlo. Lo emborrachó y encontró las fot...

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