CAPÍTULO 10. ¡NO ERES GÁLATA!

Matteo se quedó sentado sin saber cómo reaccionar, le parecía todo tan irreal, tenía la sensación de que todo le estuviese pasando a otra persona, por un momento un atisbo de descontrol intentó abrirse paso en su interior, a punto de desesperarse, pero lo retuvo, se levantó, caminó al bar y se sirvi...

Inicia sesión y continúa leyendo