Única solución

Priscila estaba tranquila sentada sobre las piernas de su padre. Este le masajeaba la nuca en un intento de aliviar el dolor atormentador en su cabeza. Pero aun así, convaleciente, sin apenas abrir los ojos y casi sin tener fuerza ella no dejaba salir un sonido de su boca. La razón, estaba por prime...

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