Volviendo a la noche

Priscila estaba sumida en el sueño. Su cuerpo estaba agotado y dolía en algunos lados. Sobre todo sus piernas por la larga caminata a la que el alfa la había hecho someterse, sin pensar que ella llevaba ¿Cuánto tiempo sin caminar tanto? ¿10 años? Hasta Litus la había llevado casi todo el camino en s...