Adiós

Layan se quedó quieto en el lugar cuando vio que el cuerpo de Liam se detenía de golpe cuando la loba alzaba su brazo. Un enorme jadeo con sangre salió de su boca.

Oh, era como esa vez. Priscila sentía la sangre palpitar y recorrer todo su cuerpo. La rabia, la excitación, el odio, un mar de emocione...