Capítulo 28

Adam y yo caminamos de regreso hacia la Casa Opal en silencio. Las puertas estaban cerradas cuando llegamos, así que saqué mi tarjeta del bolso y la pasé, dándome acceso. Adam abrió la puerta y entré con él siguiéndome.

Una vez en mi habitación, me giré y sonreí.

—Gracias —dije—. Aprecio que me ha...

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