1- La novia fugitiva
Fiorella Rossi:
Me encontraba de pie ante ese altar hermoso improvisado en el patio de nuestra mansión,hoy es la boda de mi hermana con el hombre que he amado desde que tengo uso de razón,el Alfa Alessandro Zanetti.
Me atormenta la idea de que en menos de unas horas será mi cuñado.
Cierro los ojos y me permito soñar despierta que soy yo la está frente a él, vestida de novia.
—Sí,acepto –Brota la frase de mis labios sin darme cuenta.
— ¿Qué aceptas? ,tantas cosas pendientes y tú perdiendo el tiempo, ¿Qué haces allí parada?,Muévete que hay mucho que hacer-.Los gritos exasperados de mi madre me hicieron retroceder y tropezar con una silla sobre la cual reposaban unos arreglos.
—¡Torpe!,¿qué voy a hacer contigo?
—Perdona,mamá—Dije recogiendo el desorden ante su fría mirada que me fulminó antes de desaparecer en forma agitada.
Al ver las decoraciones blancas por todas partes solo siento dolor,el hombre que me gusta tanto nunca me verá cómo una mujer.
“¡Oh,mi Alfa amado!,a partir de hoy serás mi cuñado. “-Es el pensamiento perpetuo que martillea mi cabeza.
Ya me he acostumbrado a ser la sombra de mi hermana,Diana ella es la más bella y divertida yo solo soy la hermana menor poco agraciada.
La empresa Rossi de mi padre, en comparación con este conglomerado, podría considerarse una pequeña empresa familiar.
Se dice que la razón por la cual Alessandro está tan obsesionado con mi hermana es porque lo salvó de un incendio.
Horas antes había escuchado una charla entre mi madre y mi hermana.
—Estamos al borde de la quiebra,tu matrimonio con el Alfa Alessandro es importante para nosotros.
—Mamá,ya me lo has repetido hasta el cansancio-.Dijo Diana con fastidio. —Pero sabes que no soy la persona que él cree.
¿Qué crees que pasaría si descubre la verdad? Escuché que a un empleado que lo traicionó lo metieron en un barril y lo enterraron vivo.
— No te preocupes, mi amor. Te ama, no te haría algo así.
Las palabras de mi hermana me dejaron confundida. ¿Quién pensaba Alessandro que ella era? ¿No fue ella la que salvó al alfa?
Odio ser torpe,tuve un accidente,esa viga que cayó en mi cabeza me dejó al borde de la muerte y mis recuerdos son vagos.
Hay algo extraño en ese matrimonio y las circunstancias en que Alessandro apenas la conoció le pidió matrimonio,ese fue el día que ella me arrebató el collar que mi amada abuela me obsequió.
A veces pienso que tal vez fui yo quien salvó a Alessandro y mi hermana se llevó el crédito,no me importa, nada más deseo que me devuelva mi collar.
Mientras ayudaba a colocar flores blancas en los arcos que adornan el altar, no podía evitar sentir un nudo en la garganta.
Miraba a mi alrededor y veía todo impregnado de blanco y plateado, reflejo de la pureza y la elegancia que envolvían la ceremonia.
Sin embargo, en medio de aquella belleza, mi corazón latía con una tristeza silenciosa.
—¿Por qué no te has arreglado?,mírate,estás hecha un adefesio-.Gruñó mi madre al verme desaliñada.
—No me gusta perder mi tiempo colocándome maquillaje,de todas maneras soy fea.
Mamá me miró en forma despectiva y ladeó la cabeza.
Me pellizcó la espalda mientras me susurraba al oído:
—Párate derecha y al menos sonríe,todos nos miran.
—No quiero estar aquí,dame permiso para retirarme.
—¡No seas envidiosa!,tu hermana merece atención,si al menos fueras tan hermosa e inteligente cómo Diana no estarías soltera.
Ella siempre me recalca lo mismo,toda mi vida se reduce a ser el patito feo de la familia Rossi.
Mi madre me ordenó ir a ver si mi hermana estaba lista.
Caminé a grandes zancadas hasta llegar a la habitación de mi hermana,un ruido extraño me hizo detenerme.
Los gemidos de Diana me previnieron,la puerta estaba entreabierta y ese hombre encima de ella,los dos a medio vestir.
— ¿De verdad, Ethan? ¿Tienes una gran industria petrolera fuera del país?
— Claro que sí. Además, ya tengo a mi hijo. Si ese loco se entera, no nos va a dejar tranquilos.
Mis ojos y mis oídos no podían dar crédito,salí corriendo al jardín y miré a todos los invitados expectantes.
— ¿Le falta mucho a tu hermana?-Mi madre me repitió la pregunta dos veces.
-Sí le falta mucho-.Traté de disimular la impotencia que sentía por la desfachatez de Diana. —Claro que le falta mucho: Decencia y sensatez—. Murmuré entre dientes.
—¿Estás protestando?, tenías que quedarte a ayudar a Diana,eres una mala hermana.
Me mordí la lengua para no decir nada ofensivo y dejé que mi madre dijera todas las virtudes de mi hermana mayor.
Miré a Alessandro parado en el altar de la capilla improvisada,lucía guapo y feliz,no pude evitar sentir pena.
No sabía qué hacer, si debía o no contarle a todos la verdad, aunque esa verdad podría destruir por completo la felicidad del alfa. Pero justo cuando estaba en medio de mi dilema, un guardia corrió apresuradamente hacia él y le dijo algo en voz baja, su rostro se tensó de inmediato y, sin mirar atrás, se fue del lugar de la boda.
Los murmullos entre los invitados, que antes eran susurros, comenzaron a convertirse en conversaciones a gran volumen mientras esperábamos.
"Dicen que la novia se fugó con el mejor amigo del novio".
Sin pensarlo dos veces, cuando vi que se retiraba a la sala de la mansión, decidí seguirlo.
Entré nerviosa, sintiendo el peso del ambiente tenso que nos rodeaba.
Alfa Alessandro se encontraba de pie frente a la ventana, perdido en sus propios pensamientos,tenía el vestido de novia en la mano.
Parecía confundido y triste, como un perrito que ha sido abandonado por su dueño sin razón alguna.
No pude evitar abrir la boca para intentar consolarlo, pero él levantó la cabeza de repente y me miró con una expresión indiferente.
— Deja de fingir aquí, en el fondo ya estás super feliz, ¿verdad? — Dijo él, echando un vistazo al vestido de novia de nuevo, y soltó una risa despectiva. — Si quieres aprovechar la oportunidad, entonces te la voy a dar. Póntelo, serás mi novia.
Las palabras del Alfa me causaron vergüenza y dolor. Resultó que él siempre supo cómo me sentía, pero solo me veía como una broma.
No sabía cómo había llegado a enamorarme de alguien así. El recuerdo de cómo me enamoré de él se había desvanecido. Cuando desperté luego de mi accidente, solo quedaba en mí un inexplicable temor al fuego y un amor intenso hacia él.
Sus palabras resonaron en el silencio de la habitación, desatando una marejada de emociones en mi interior.
—¿Qué dices Alfa?
— Todos están esperando fuera para que empiece la boda.
Me costó mucho convencer a mi padre para que aceptara que me casara con alguien que no me aporta nada en los negocios, pero ella me traicionó de esta manera. Lo que tu hermana debe, lo pagarás tú.
— No sé a qué te refieres.
—Si mi padre descubre que tu hermana me dejó en ridículo,ella será una mujer muerta.¡Tienes que casarte conmigo!






































































