Capítulo 80

Amaris se acurrucó en el hombro de Lyle y miró por la ventana del lado opuesto del vagón del tren. Las luces subterráneas y la piedra pasaban a una velocidad asombrosa. No se había dado cuenta hasta ese momento de que se movían tan rápido. La isla era pequeña. Si mantenían ese ritmo, llegarían al ot...

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