Capítulo 55: Dos gotas de agua

Ignazio no hizo ni una sola mueca mientras Luciana apretaba su mano. Dolía, pero no podría compararse al dolor que ella debía estar experimentando. Además, había sido ella quien no la había tenido nada fácil los meses del embarazo.

Las náuseas habían sido implacables y ella había necesitado tomar a...