Capítulo 22: Rosas rojas

Laila llamó a la puerta del despacho de su jefe.

—Adelante.

Inhaló profundo y entró. Su jefe estaba al teléfono y sobre su escritorio estaba el borrador del artículo que le había entregado una hora atrás. La noche anterior, dos días después de recibir la información por parte de Bruno, lo había te...

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