Cosa débil

Mi sonrisa se profundizó y sacudí la cabeza, tratando de juntar las razones del desastre confuso que eran mis sentidos. Me acosté de espaldas, cerrando los ojos y suspirando al recordar su sangre en mi lengua.

Pero mis pensamientos cambiaron lentamente. No era su líquido rojo, la cosa sagrada que f...

Inicia sesión y continúa leyendo