Cambiar

Me levanté de la orilla de la cama y obligué a mis pies a llevarme hacia ella. Tragó saliva, y pude escuchar su respiración temblorosa mientras estábamos solos en la habitación.

Tomé sus brazos, frotando mis dedos contra las finas líneas que recorrían su piel. Mi ceño se frunció. Iba en contra de t...

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