Era la verdad

Corrí hasta que mis pasos resonaron en las frías paredes de piedra.

Ignoré los gritos sorprendidos de los guardias y seguí adelante. El aire estaba húmedo y pesado, y cada paso que daba hacía que mi corazón latiera más fuerte y más rápido, acompasado con el ritmo de mis sollozos que intentaba conte...

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