Capítulo 43: El miedo

Estuve tensa, sin poder decir ni una palabra y con la respiración entre cortada, hasta que unas manos familiares me sostuvieron desde atrás. Me sobresalté, pero escuché una voz reconfortante cerca de mi oído.

—¿Qué haces aquí? Si no te vas, llamaré a la policía —habló Zoe, determinada, sosteniendo s...