Capítulo 18

Liz permaneció inmóvil en el lugar donde se arrodilló mientras veía a Ava irse con su guardaespaldas. Sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas, pero se negó a derramar una sola mientras su mirada seguía fija en las siluetas que se alejaban.

—No puedo creer que haya criado a una mocosa así. ¡M...