Capítulo 28

—No voy a salir de esta maldita habitación sin que me digas de qué se trata todo esto— dijo Ava tercamente. —No puedes seguir confundiéndome. ¿Por qué tengo que seguirte? ¿A dónde?— preguntó mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.

—No seas terca, mujer— respondió Luther. Pero Ava no le contestó...